La hipertensión arterial también se conoce como asesina silenciosa porque a menudo no presenta ningún síntoma. Si pasa desapercibida durante mucho tiempo, puede causar problemas graves, que incluyen:  Aneurismas. Problemas del corazón, como infarto de miocardio o insuficiencia cardíaca. Insuficiencia renal. Angostamiento de los vasos sanguíneos. Apoplejías. Problemas de visión, incluyendo ceguera.