Los niños que tienen un sistema inmunológico debilitado están a mayor riesgo de desarrollar complicaciones graves provocadas por la infección porque no pueden combatir las bacterias de la tuberculosis. En este grupo están incluidos los niños que sufren de desnutrición y los niños que están contagiados de VIH y del SIDA. La tuberculosis se vuelve activa una vez que los bacilos se propagan a los pulmones y a otras partes del cuerpo.