Para prevenir una infección, lávese sus manos con frecuencia. Usted siempre debe lavarse sus manos:  Antes de preparar o comer alimentos. Antes de tocarse los ojos, la nariz o la boca. Antes y después de cambiar apósitos o vendas. Antes y después de manipular dispositivos médicos. Después de usar el baño. Después de sonarse la nariz, toser o estornudar.