Cuando los vasos sanguí­neos débiles de la retina se rompen, el sangrado puede estar ubicado sólo en la retina o también en el gel ví­treo en frente de la retina. El sangrado en la retina la daña y puede también causar pérdida de la visión que no permite leer ni conducir. En algunos casos, la pérdida de la visión puede alcanzar el nivel de ceguera.