Hay dos tipos de fibra dietética, soluble e insoluble. Los dos son saludables, pero ayudan al cuerpo de distintas maneras. La fibra soluble se disuelve en agua y la insoluble no se disuelve. La fibra soluble ayuda a bajar el colesterol malo. La insoluble engrandece las heces para ayudar a prevenir el estreñimiento y el cáncer de colon.