No vuelva a tapar las agujas usadas. Esto reduce la posibilidad de que usted se lastime con una aguja contaminada. La sangre de una persona infectada con VIH, hepatitis y otras enfermedades puede contaminar una aguja. Si una persona se clava accidentalmente una aguja usada contaminada, busque atención médica inmediata para una evaluación y posiblemente tratamiento.