Los costos del trasplante de riñón por lo general son cubiertos por Medicare y/o por el seguro privado del receptor. El paciente receptor puede tener que tomarse vacaciones en el trabajo o pagar los gastos del cuidado de sus hijos, el combustible, las comidas, el estacionamiento o el hotel. Los pacientes también deberán pagar algunos de los costos de los medicamentos del trasplante.