Con el tiempo, las bacterias viajan por el flujo sanguíneo y los nódulos linfáticos, donde se dividen, y se multiplican y producen sustancias dañinas llamadas toxinas. La enfermedad de Lyme también puede afectar al sistema nervioso, causando:  Rigidez del cuello. Dolor de cabeza severo. Parálisis temporal de los músculos de la cara. Entumecimiento, dolor o debilidad en las extremidades. Falta de coordinación muscular.