La anemia falciforme es un ejemplo de un trastorno sanguíneo. Los bebés con anemia falciforme tienen glóbulos rojos que tienen formas anormales de “hoz”. Esto puede causar:  Daño en órganos. Muerte. Infecciones. Dolor. Apoplejías.  
 El tratamiento incluye antibióticos y el monitoreo de los recuentos de glóbulos sanguíneos.