Los medicamentos orales suelen funcionar muy bien al principio. Sin embargo, a medida que la enfermedad avanza, es posible que no brinden un alivio constante. Algunos pacientes también tienen problemas para tragar los medicamentos orales. Estos pacientes pueden intentar:  Un parche. Inyecciones. La colocación de un tubo que lleva el medicamento al intestino. Terapia. Cirugía.