La extracción del aire o del líquido permite que los pulmones puedan expandirse otra vez sellando de esta forma la fuga. En los casos en que la acumulación de líquido o de aire alrededor de los pulmones no presenta mayor peligro pero causa mucho dolor, la inserción de un tubo de tórax puede disminuir el dolor y ayudar a respirar con más facilidad.