Para realizar esta prueba cutánea, se inyecta debajo de la piel del antebrazo una sustancia llamada Derivado Proteico Purificado o PPD, por sus siglas en inglés. La reacción a esta prueba debe ser examinada al cabo de 48 a 72 horas después de haberse aplicado. Si se forma una roncha rojiza en el área de la inyección de PPD, es posible que el niño tenga tuberculosis pero puede ser que la enfermedad no esté activa.