Luego, se realiza una tomografía axial computarizada, o TAC, para hacer la planificación del tratamiento computarizado y determinar la manera más apropiada para hacer la terapia de radiación. Esta tecnología le permite a su médico entregar la dosis de radiación apropiada en el lugar correcto. Esto limita la radiación de tejido normal y reduce los efectos secundarios a corto y largo plazo.