Durante un ETE, su médico puede determinar si todas las zonas de la pared del corazón funcionan de igual modo para que su corazón bombee. Las zonas que se mueven débilmente pueden haberse dañado durante un ataque cardíaco o no estar recibiendo suficiente oxígeno. Un ETE permite al médico ver qué tan fuerte es el músculo del corazón después de un ataque cardíaco.