Los inmunomoduladores afectan el sistema inmunológico reduciendo de esta forma la inflamación. Los inmunomoduladores se recetan a pacientes cuando los aminosalicilatos y los corticosteroides no son efectivos para su condición. También se recetan cuando el paciente se vuelve adicto a los corticosteroides. La efectividad completa de los inmunomoduladores se puede observar en unos 6 meses. Los pacientes que toman inmunomoduladores están bajo la observación de los proveedores de salud en caso de que se presenten complicaciones tales como pancreatitis, hepatitis, una disminución en el número de glóbulos blancos o en caso de una infección.