Durante la terapia de radiación, se inmoviliza al paciente o el área de tratamiento para que la radiación esté dirigida al lugar preciso. Esto hace posible la reproducción exacta de la radiación en las próximas sesiones de terapia. Su médico puede usar un yeso de cuerpo entero para inmovilizarlo en la posición del tratamiento. También, se pueden hacer bloques a medida para proteger las áreas no afectadas por el cáncer.